Hace unos años que en el campo de las Ciencias sociales y en particular en ciertas aproximaciones a la antropología y sociología de los denominados “estudios culturales” y “poscoloniales” ha reaparecido una palabra, un concepto olvidado e incluso anatemizado durante las últimas dos décadas: imperialismo. No vamos a detenernos aquí en las implicancias de esta reaparición de una noción tan cara al pensamiento crítico. Nos interesa iniciar este trabajo colectivo partiendo del señalamiento que realiza la cita de Bourdieu, la cual intenta proponer respecto del campo académico que dicho imperialismo cultural opera mediante cierta fetichización prevaleciente en los usos instrumentales de conceptos y categorías de análisis en las Ciencias Sociales. Desde dicho campo, nos concentraremos específicamente en las producciones de la antropología social y nos detendremos a modo de ejemplo en sus prácticas domésticas nacionales.